Por qué es momento de apostar por vender online: si tu PYME no está en Internet, no existe
En 2019 menos de la mitad de las PYMEs españolas tenían página web (48%) y en esas circunstancias estábamos cuando llegó el COVID-19 a España y convirtió el ecommerce en imprescindible para poder seguir operando y obteniendo beneficios. La crisis sanitaria provocada por el coronavirus desencadenó numerosos cambios económicos y sociales que, a día de hoy, han convertido la venta online en casi imprescindible para poder seguir siendo competitivo.
El confinamiento pilló de imprevisto a la mayoría y las PYMEs que no tenían presencia online previamente se vieron obligadas a virtualizarse a marchas forzadas para poder seguir vendiendo sus productos y servicios a la población confinada y no tener importantes pérdidas económicas. Y es que durante la cuarentena las compras online se estima que aumentaron un 55%, al ser la única manera que tenían los ciudadanos de seguir comprando y al mismo tiempo manteniendo el distanciamiento social y las medidas de seguridad establecidas por las autoridades.
Pero lo importante ahora es que ya sabemos que el número de compradores online no volverá jamás a bajar a cifras previas al coronavirus. La llamada “nueva normalidad” ha traído consigo un nuevo tipo de consumidor, el cual ha cambiado sus hábitos y formas de consumo durante el confinamiento y ha descubierto las ventajas de la compra online. El miedo a contagiarse y la comodidad que conllevan los métodos de compra alternativos han hecho surgir un nuevo perfil de consumidor poscoronavirus, uno que elige en mayor medida el ecommerce.
Pero el COVID-19 no ha hecho más que acelerar y reafirmar una tendencia que ya se hacía evidente desde años atrás, la tendencia hacia la digitalización total de los pagos y el uso residual del dinero en efectivo. Por este motivo, hoy en día dar las máximas opciones de métodos de compra y pago posibles al cliente es la única manera de no quedarse atrás respecto a la competencia y perder ventas.